La dualidad (y esa intrincada relación que nos aferramos a que exista a toda costa) solo puede ser hallada en las cosas sofisticadas, el bien y el mal, por ejemplo; o para dar pie a esta entrada de tintes espectaculares: en el suave aleteo de una mariposa y los terribles estragos que ello ocasionaría en consecuencia en un punto opuesto al de su origen (nótese el sentido condicional de la palabra "ocasionaría", que denota misterio y duda).
Se pensará, no obstante (dado que los tópicos de caos y tiempo resultan interesantes para su servidor), que escribo sobre objetos sin orden para intentar mostrar lo complejo que es el caos: en lo absoluto.
La idea era, muy a despecho del título, desvirtuar tal concepto de caos, así como la imponente figura retórica que le precede, en corto porque tanto los grandes eventos como los pequeños tienen un punto de quiebra por donde se les podría refutar ese (aparentemente) rol perfecto que presumen (que de simbólico tiene mucho, pero de práctico casi nada).
Si me he atrevido a decir que se puede desvirtuar el caos (cosa que ha sonado harto arrogante y con no poca soberbia) es debido a que ¿por qué habría de tener, dentro de la teoría del caos, un evento minúsculo (o para que sea medible y entendible eso de "minúsculo", hablamos de "el aleteo de una mariposa") que no está ocurriendo "en realidad" (solo en teoría) tal efecto devastador, cuando otros pequeños/grandes eventos ocurren ahora mismo en este mundo (donde no se ha comprobado que no seamos ese mundo "posible" (o teórico) existiendo alternamente de un hipotético mundo real), sin que por ello hayan tales consecuencias catastróficas?... (si no se entendió la pregunta, leer solo las negritas)
La humanidad es mezquina en sus concepciones (y convicciones) del mundo: nos creemos especiales por el simple hecho de existir (en principio, pero hay otra serie de experiencias auspiciadas por la vida que refuerzan tal idea), y con base en ello creemos que todo lo comprendemos, es decir, no con diagramas y conceptos plenamente definidos y entendidos, sino por nuestra naturaleza todo-comprensible por percepción senso y extra sensorial, aunque no hallemos el modo de explicarlo "con palabras".
Pero volviendo a la raíz del tema, y para ser justos con dichas "reacciones" y "efectos", la teoría del caos también debería suponer que de este lado del mundo otra mariposa también está batiendo sus alas, y cuya fuerza equivaldría a la de aquella que bate sus alas al otro lado del mundo, y así, ambas fuerzas eólicas (por mucho que crecieran exponencialmente) se neutralizarían; quizás esa sería una manera absurda/lógica de explicar porqué no hay miles de tifones y huracanes como aleteos de mariposas (a todo esto: entiendo desde luego que la teoría del caos pone "un ejemplo" con esto de las mariposas y los huracanes, pero que en sí tiene su arraigo en conceptos más "elevados", y que solo somos nosotros quienes manejamos tal teoría en su forma base o simple).
Al final, creo que el caos es más atractivo en forma abstracta, casi subliminal (o al mismo nivel, por lo menos, de esas sensaciones que nos vinculan con lo "especial"). A nadie le gusta la certitud de una vida incierta, a lo mejor por eso los conceptos técnicos de caos y orden son parte integral de nosotros, diablillos a los que no podemos soslayar, pero tampoco atrapar.
::::::::
EPILOGO (Dos días después, en la tarde-noche)...
Menos comida en el estómago, menos sueño del normal, y aún esperando una brisa fresca propiciada por el aleteo de una mariposa que se encontrase solo a la distancia justa para tal efecto, releo la nota: al menos el final me sigue pareciendo absurdo y sin tanto sentido (como que cayó en lo rosa).
(Reflexiono) No es que piense que un efecto adverso/contrario/especial/informe/o-de-ninguna-clase tenga esa cualidad devastadora solo por el poder de la inercia, ya que creo sin duda que, para que suceda, tiene que haber un origen igualmente cuantificable, pues de otro modo iría en contra no solo de leyes científicas (a las que respetamos y nos gusta hacerles mucho caso), sino también en contra del propio caos que lo origina. Pero se me olvidaba que este mundo funciona en base a paradojas, aún y cuando unas sean pequeñas como alas de mariposa, y otras devastadoras como los círculos concéntricos del huracán, y eso (ahora) me deja pensando en la clase de eventos que un huracán ha de apalancar...
Se pensará, no obstante (dado que los tópicos de caos y tiempo resultan interesantes para su servidor), que escribo sobre objetos sin orden para intentar mostrar lo complejo que es el caos: en lo absoluto.
La idea era, muy a despecho del título, desvirtuar tal concepto de caos, así como la imponente figura retórica que le precede, en corto porque tanto los grandes eventos como los pequeños tienen un punto de quiebra por donde se les podría refutar ese (aparentemente) rol perfecto que presumen (que de simbólico tiene mucho, pero de práctico casi nada).
Si me he atrevido a decir que se puede desvirtuar el caos (cosa que ha sonado harto arrogante y con no poca soberbia) es debido a que ¿por qué habría de tener, dentro de la teoría del caos, un evento minúsculo (o para que sea medible y entendible eso de "minúsculo", hablamos de "el aleteo de una mariposa") que no está ocurriendo "en realidad" (solo en teoría) tal efecto devastador, cuando otros pequeños/grandes eventos ocurren ahora mismo en este mundo (donde no se ha comprobado que no seamos ese mundo "posible" (o teórico) existiendo alternamente de un hipotético mundo real), sin que por ello hayan tales consecuencias catastróficas?... (si no se entendió la pregunta, leer solo las negritas)
La humanidad es mezquina en sus concepciones (y convicciones) del mundo: nos creemos especiales por el simple hecho de existir (en principio, pero hay otra serie de experiencias auspiciadas por la vida que refuerzan tal idea), y con base en ello creemos que todo lo comprendemos, es decir, no con diagramas y conceptos plenamente definidos y entendidos, sino por nuestra naturaleza todo-comprensible por percepción senso y extra sensorial, aunque no hallemos el modo de explicarlo "con palabras".
Pero volviendo a la raíz del tema, y para ser justos con dichas "reacciones" y "efectos", la teoría del caos también debería suponer que de este lado del mundo otra mariposa también está batiendo sus alas, y cuya fuerza equivaldría a la de aquella que bate sus alas al otro lado del mundo, y así, ambas fuerzas eólicas (por mucho que crecieran exponencialmente) se neutralizarían; quizás esa sería una manera absurda/lógica de explicar porqué no hay miles de tifones y huracanes como aleteos de mariposas (a todo esto: entiendo desde luego que la teoría del caos pone "un ejemplo" con esto de las mariposas y los huracanes, pero que en sí tiene su arraigo en conceptos más "elevados", y que solo somos nosotros quienes manejamos tal teoría en su forma base o simple).
Al final, creo que el caos es más atractivo en forma abstracta, casi subliminal (o al mismo nivel, por lo menos, de esas sensaciones que nos vinculan con lo "especial"). A nadie le gusta la certitud de una vida incierta, a lo mejor por eso los conceptos técnicos de caos y orden son parte integral de nosotros, diablillos a los que no podemos soslayar, pero tampoco atrapar.
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EPILOGO (Dos días después, en la tarde-noche)...
Menos comida en el estómago, menos sueño del normal, y aún esperando una brisa fresca propiciada por el aleteo de una mariposa que se encontrase solo a la distancia justa para tal efecto, releo la nota: al menos el final me sigue pareciendo absurdo y sin tanto sentido (como que cayó en lo rosa).
(Reflexiono) No es que piense que un efecto adverso/contrario/especial/informe/o-de-ninguna-clase tenga esa cualidad devastadora solo por el poder de la inercia, ya que creo sin duda que, para que suceda, tiene que haber un origen igualmente cuantificable, pues de otro modo iría en contra no solo de leyes científicas (a las que respetamos y nos gusta hacerles mucho caso), sino también en contra del propio caos que lo origina. Pero se me olvidaba que este mundo funciona en base a paradojas, aún y cuando unas sean pequeñas como alas de mariposa, y otras devastadoras como los círculos concéntricos del huracán, y eso (ahora) me deja pensando en la clase de eventos que un huracán ha de apalancar...
"Puntos fosforescentes se arremolinan yuxtaponiéndose, donde los significados, provenientes del caos semiótico, se funden, antes de revertirse a la incoherencia"